ME DIRIJO A VOSOTROS
Como resultado, probablemente se promoverá toda la reorganización, y se tratará de sacar las consecuencias, en que todo daño que ocurra se presenta como inevitable para la necesidad de la vida, pero esto solo será posible hasta que surjan las consecuencias más graves, que ponen en peligro la vida de las personas. Porque el mal menor es la carencia, pero querer remediarlo poniendo en peligro la vida es contrario al orden divino y, por tanto, violando las leyes de la naturaleza.
Por tanto, el Señor advierte contra cualquier intervención violenta en Su obra de creación, si la gente no quiere abandonarse a la perdición; y es mucho más conveniente contentarse con poco y no querer retirar los productos de la tierra en exceso, porque si esto sucede solo para aumentar los bienes terrenales, el Creador divino no dará Su consentimiento, porque tal empeño no sería constructivo, sino destructivo y, por tanto, debe tener un efecto perjudicial para la humanidad.
Pero si basáis todas vuestras acciones y disposiciones solo en la preocupación por el bienestar de la humanidad …. de modo que solo se deban cubrir las necesidades de la humanidad sin pensar en las propias ventajas, entonces la voluntad de amor del Creador se activará por reemplazar abundantemente lo que se ha retirado de la tierra para el bien de la humanidad, porque entonces las personas no actúan por su propia voluntad, sino por la voluntad de Dios, y esta no es una ofensa contra las leyes de la naturaleza, sino que corresponde completamente al orden divino.
El curso del mundo producirá la prueba de que toda destrucción tiene su origen en la codicia insaciable de las posesiones terrenales y que la voluntad de Dios ordena un alto donde se ha alcanzado un cierto límite, si no quiere dejar que la humanidad caiga completamente en la ruina. Así que el hombre jamás puede violar las leyes divinas impunemente si no quiere ponerse en peligro a sí mismo y a sus semejantes en cuerpo y alma ….
(Interrupción)
Amén